Un buen queso, no se demora, es un placer que hay que cuidar

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FAQs

¿Dónde puedo encontrar vuestros quesos?

Puedes seguir en Instagram (link) nuestra actividad en ferias y mercados y acercarte a conocernos. Podemos intercambiar opiniones sobre tus gustos y preferencias, responder a tus preguntas y encontrar aquello que más se ajuste a tus expectativas.

También puedes acercarte a tu tienda de alimentación de confianza, para proponerles que nos soliciten contacto para una posible colaboración, de forma que dispongas de tus Buenos Quesos cuando quieras en tu punto de compra preferido.

Próximamente abriremos nuestra tienda online para que no te pierdas nada!

Son queserías no industriales.

Un centro de transformación de pequeña capacidad se define en el BOE como un establecimiento vinculado a un operador en el que se elaboran productos lácteos a partir de leche cruda o pasteurizada de cabra, oveja, vaca o sus mezclas, procedente del ganado propio o de explotaciones situadas en un radio de 50 kilómetros. El total de leche utilizada para la elaboración de dichos productos no podrá superar los 500.000 kilos/año.

Es un manual europeo aprobado oficialmente por los representantes de los Estados miembros en el Comité sobre Plantas, Animales, Alimentos y Piensos el 13 de diciembre de 2016. Es una guía comunitaria de prácticas correctas de higiene, orientada a elaboradores de quesos y de productos lácteos de campo -que elaboran principalmente a partir de su propio rebaño, siguiendo métodos tradicionales- y artesanos -que recogen la leche de productores locales y la procesan en establecimientos a pequeña escala, siguiendo métodos tradicionales-.

Incluye detalles sobre prácticas correctas de higiene, así como recomendaciones preventivas, para ayudar a los productores a estar seguros de que sus productos son inocuos. Adicionalmente, puesto que la guía se ha beneficiado de la experiencia de varios países de la Unión Europea, se proporcionan ejemplos de excepciones para pequeños negocios y/o operadores que usan métodos tradicionales de producción.

Un alimento de temporada es aquél que corresponde a la estación del año en la que se compra, y está disponible sólo durante un período de tiempo concreto. Es decir, son aquellos que obtenemos respetando su ciclo vital y por ello, sus propiedades nutricionales se mantienen intactas. A su vez, requieren menos energía adicional para su producción, por lo que su consumo respeta el ciclo de las personas, del entorno y del medio ambiente, fomentando un patrimonio más viable y solidario.
El pueblo celta fue una sociedad heterogénea que ocupó un grandísimo territorio durante un largo período de tiempo. Fueron capaces de transmitir el conocimiento agrario y rural, y fueron excelentes comerciantes. El pensamiento innovador hoy consiste en encontrar la forma de retomar aquellas buenas prácticas, para afrontar juntos y juntas los grandes desafíos que se nos presentan.
Nuestra alimentación modela el entorno y articula el territorio. Si prestamos atención a lo que compramos y consumimos, y elegimos en la medida de lo posible los alimentos o actividades que realizamos, tenemos en nuestras manos algunas de las herramientas más poderosas para crear una sociedad más justa y solidaria.

Técnicamente el queso todavía tiene algo de lactosa, pequeñas cantidades de trazas que tu cuerpo probablemente no notará. Hay dos razones por las que el queso es seguro para los intolerantes a la lactosa: El proceso de elaboración del queso convierte la lactosa en ácido láctico. El suero es lo que contiene la lactosa, por lo que a medida que el queso envejece pierde aún más lactosa.

Desafortunadamente, es posible que tengas alergia a los productos lácteos o a la caseína y es posible que debas evitar los productos lácteos. Habla con tu médico o médica porque cada persona tiene sus procesos, y solo tú sabes lo que más te conviene.

El queso es el resultado de un proceso natural, por el que la leche se maduraba para conservarla durante la temporada en que los animales no la producían. Por lo tanto, siempre se guardó en sitios frescos, secos y oscuros para su conservación. Salvo si el productor recomienda en la etiqueta la conservación en nevera (4-6ºC), el queso puede guardarse en la despensa, protegido de insectos en la quesera, donde va a continuar su proceso biológico de maduración.

El queso, que es un producto vivo repleto de bacterias lácticas que proceden de los pastos, necesita unas condiciones específicas, tanto para respirar como para guardar la humedad justa. Por eso verás que muchos quesos van desnudos, o en papel parafinado, o en cajitas de madera de abeto o en otros envoltorios en función del producto final que el/la quesero/a nos propone. Por eso es preferible evitar los envoltorios plásticos, que son estancos, y el vacío, que matan toda la flora que contiene el queso.

Teniendo en cuenta, además, el coste medioambiental que pagamos por utilizar este tipo de envases, y la incongruencia con el alimento elaborado y el entorno que precisa para su obtención, el plástico no ofrece ninguna ventaja- más bien prejuicio- en este contexto.

Para la elaboración de un queso elaborado con leche cruda se alcanzan las temperaturas de la leche necesarias para la transformación de líquido a sólido (sinéresis), separándose el coágulo de la leche del suero lácteo, en función de la tecnología quesera que vamos a utilizar (pastas blandas, pastas prensadas, pastas cocidas).

Cuando pasteurizamos, subimos la temperatura de la leche en la cuba a más del doble de la necesaria, para “esterilizar” la leche previamente a este proceso. Con ello, estamos destruyendo la flora láctica peligrosa para la salud, pero a su vez, toda la flora beneficiosa para su consumo. Asimismo, con estas temperaturas tan elevadas se producen cambios físico químicos, sobre todo a nivel del calcio naturalmente presente en la leche, que dificultan la coagulación, y, por tanto, la obtención natural de la cuajada. A su vez, se destruyen ciertas vitaminas por el calor.

Actualmente, se pueden elaborar quesos de leche cruda, siempre que se respeten las buenas prácticas de higiene en su proceso.

Cualquier alimento debería consumirse respetando la fecha de caducidad y las condiciones de conservación marcadas en el etiquetado. Teniendo en cuenta que el queso elaborado con leche cruda es un alimento vivo, repleto de flora, puede aumentar la probabilidad de eventuales incidencias en la salud de las mujeres embarazadas, las personas inmunodeprimidas o vulnerables como los/as ancianos/as. En cualquier caso, has de consultar con tu médico o médica en caso de duda, para ajustar tu alimentación.

El consumo de queso pudiera proteger contra las enfermedades cardiovasculares. De igual modo, para la diabetes y el control glucémico, el queso pudiera tener un efecto neutral o levemente protector. De forma general, el queso elaborado respetando las materias primas y los procesos de elaboración más naturales, son fuente de nutrientes, grasa, calcio y proteínas. También contiene gran cantidad de vitaminas A y B12, junto a zinc, fósforo y riboflavina. Por otra parte, el pasto con el que se alimentan los animales favorece el equilibrio entre ácidos grasos omega -6 y omega-3. Las grasas omega-3 juegan un importante papel en la salud cardiovascular y metabólica.

En caso de duda, consulta siempre con tu médico/a para ajustar de forma más saludable y personalizada tu alimentación.